Y de pronto,
nuestras órdenes ya están escritas en una carpeta MONUMENTALMENTE grande en
nuestra clínica de fertilidad. Esperando que sea martes 8 para ir a retirarlas.
Para escanearselas a la abogada y presentar carta documento a la prepaga para
exigir cobertura integral como indica la ley. Pero ese es otro tema.
Después de
detallarle por mail a nuestro doc los datos que la abogada necesita para hacer
la presentación, anoche nos contestó. Debo de confesar que poco creí que eso
fuera posible, pero, de infertil ansiosa que soy nomás, viví con la computadora encendida
chequeando con la vista constantemente la aplicación de gmail para ver si la
sorpresa podía una vez estar de mi lado.
Y sí. Ocurrió.
18,30hs, justo ya saliendo para yoga. Como para pasarme esa horita de
relajación y medicación con la mejor de las energías posibles.
Porque no me
contestó "ok" como yo le había suplicado que haga. Porque me dijo que
nuestras órdenes ya estaban hechas. Y eso desencadenó una serie de hormonas en
mi hipófisis que me encantaría un neurólogo pudiera haber chequeado en ese
momento.
Nuestras órdenes
estaban.
Tres simples
papeles.
Una nueva
oportunidad.
Esperando por
nosotros.
Tan tan cerquita.
Bien, bien, bien!!!!!
ResponderEliminarYa estás más cerquita siiiiiiiiii, bendito mail jajajaja
Me encanta que la sonrisa haya vuelto a ser la dueña de tu vida!!!
Te sigo de cerca amiga, un abrazo fuerte