miércoles, 2 de septiembre de 2015

Un mail


Y de pronto, nuestras órdenes ya están escritas en una carpeta MONUMENTALMENTE grande en nuestra clínica de fertilidad. Esperando que sea martes 8 para ir a retirarlas. Para escanearselas a la abogada y presentar carta documento a la prepaga para exigir cobertura integral como indica la ley. Pero ese es otro tema.

Después de detallarle por mail a nuestro doc los datos que la abogada necesita para hacer la presentación, anoche nos contestó. Debo de confesar que poco creí que eso fuera posible, pero, de infertil ansiosa que soy  nomás, viví con la computadora encendida chequeando con la vista constantemente la aplicación de gmail para ver si la sorpresa podía una vez estar de mi lado. 

Y sí. Ocurrió. 18,30hs, justo ya saliendo para yoga. Como para pasarme esa horita de relajación y medicación con la mejor de las energías posibles.
Porque no me contestó "ok" como yo le había suplicado que haga. Porque me dijo que nuestras órdenes ya estaban hechas. Y eso desencadenó una serie de hormonas en mi hipófisis que me encantaría un neurólogo pudiera haber chequeado en ese momento. 

Nuestras órdenes estaban.
Tres simples papeles.
Una nueva oportunidad.
Esperando por nosotros. 
Tan tan cerquita.

1 comentario:

  1. Bien, bien, bien!!!!!
    Ya estás más cerquita siiiiiiiiii, bendito mail jajajaja
    Me encanta que la sonrisa haya vuelto a ser la dueña de tu vida!!!

    Te sigo de cerca amiga, un abrazo fuerte

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