sábado, 29 de agosto de 2015

Titulos...


Hijo, no importa cuánto tengamos que lucharla. Lo que tengamos que resignar. 
Lo lejos que nos lleve esta lucha. Lo lejos que estés.
Papá y mamá te esperan, te pelean todos los días.
Para que existas.
Para por fin ganarme el titulo que desde hace años merezco. 
Para ser lo que necesitás que sea:

Tu madre. 


jueves, 20 de agosto de 2015

Renacer


Hoy, una de las queridas luchadoras que conocí por twitter, dijo algo que me dejó pensando. Que no se sentía tan fuerte como el resto de las #infertilpandy.
Y me di cuenta por qué eso me molestaba. No el comentario, sino lo que yo tenía dentro. Porque esta bella niña había dicho lo que pensaba. Porque todas nos sentimos débiles en nuestro interior. Aunque cuando tenemos que explayarnos en 140 caracteres, saquemos a la leona que tenemos dentro.
Y como, sin mala intención, muchas veces nos duele tanto el "sí se puede".
No soy una persona pesimista, y nadie que se someta a un tratamiento de fertilidad puede serlo. Sino se quedaría en su casa llorando por su mala suerte.
Pero no sé si se puede, si yo puedo, si la guerrera que me lee va a poder. Y eso me molesta. Me hace sentir una tonta. Porque cuando alguna de ellas pasa por un mal momento, como pasamos todas, un negativo, un estudio que salió horrible, o tan sólo un mal día en donde sentís ese huequito en tu alma, tu casa, y tu cuerpo, mucho más grande que otros días. Ese día quisiera abrazarte. Dejar que llores en mi hombro. Que sepas que no estás sola.
Pero no me pidas que te diga que vas a poder. Sí estoy segura que levantarás la cabeza, juntarás fuerzas de las cenizas y arremeterás contra tus miedos otra vez. Porque si hay algo que las infértiles tenemos, es la capacidad de renacer.
Y también asegurarte que todas nos sentimos, a veces, pequeñitas. Y tenemos miedo, dudamos, nos desgarramos, y nos damos por vencidas...
justo, antes de renacer.
 

lunes, 17 de agosto de 2015

Estornudos


Aunque sólo se base en una loca teoría de una pareja infertil que ya no sabe en qué creer, tengo que escribir esta entrada. Me siento en la obligación de hacerlo. Ya hace mucho tiempo que me desvelo buscando información en la red sobre alguna similitud. Y no la encuentro. Por eso la escribo, en agradecimiento al "titulo" de medicina que conseguí después de tanto leer otros blogs y foros infértiles. Por ahí a alguien le resulte útil.

Los hechos son más o menos así.
Febrero 2015. Me preparan el ciclo con el mismo protocolo que utilizan para transferencia de congelados para realizarme un scratching endometrial a día 21 del ciclo. Pero además de la injury, realizada por aspiración, envían a patología para descartar endometritis y cualquier otra infección crónica. Por cierto, si nunca tuvieron una biopsia de endometrio, pídanla. Algo tan tonto que se puede curar con un antibiótico no permite la implantación. No hace falta que sea hieroscopia, hoy en día existen métodos sencillos y ambulatorios, sin anestesia, como el que utilizaron conmigo (duele pero vale la pena el esfuerzo!).

Decía…
Me realizan la biopsia y, ya en casa, reponiéndome un poquito del dolor y pensando en que en el próximo ciclo van a venir mis chiquitos conmigo, mi marido, así como al pasar, me dice: "esta vez no estornudaste".
Tonto e inocente comentario que desencadenó una serie de fenómenos.
Mi amorcito me dijo que en las dos transferencias anteriores yo había estornudado, tanto el día de la transfer como los días siguientes. No muchos estornudos, pero sí uno que otro estornudo aislado en el día. Que él pensó que era por la medicación. Por eso nunca dijo nada. Pero preparándome igual para la biopsia, esperaba mis estornudos y nunca llegaron.
En el momento nos sonreímos. Y pasó de largo. 
 
Al mes tuvimos nuestra tercer transferencia, de dos preciosisisiisisismos embriones (lo que es ya ser madre, incluso sin todavía serlo!). Ese día, y los siguientes cinco o seis días, estornudé. Sin darme cuenta, no como una reacción alérgica. No me picaba la nariz, no sentía que estaba por estornudar. Como siento siempre, no sé si a ustedes les pasa pero a mi se me hace muy evidente. Y en la betaespera, en esta en particular porque fui consciente de ello, y en las dos anteriores según me comentó mi amorcito, el estornudo era solitario, fuerte, descomponedor de todo mi físico, sin picazón, ni sensación, ni nada. Así: Sorpresivo. 

Después del tercer negativo tuvimos la cita con nuestro doctor. En eso, ya terminando la cita, mi marido le anticipó que iba a hacer un comentario estúpido.
Le contó de los estornudos. El doc me preguntó detalles, si me daba cuenta, cómo eran, si eran producto de algún resfrío (le contesté que yo NUNCA me resfriaba). E, intentando minimizarlo, dijo que por ahí era nervioso. Pero nos mandó a hacer el test de crossmatch (donde cruzan sangre de mi marido con la mía y analizan la reacción).
Como era de esperar, me dio mal. Pero no sólo negativo como tiene que ser porque yo nunca tuve un embarazo. Me dio mal mal mal.
Y comenzamos con las vacunas de linfocitos paternos. Seis vacunas, cada 21 días.

Una hora después de la primer dolorosisima vacuna tuve dos fuertes estornudos juntos, mientras paseaba, que me dejaron desparramada. Marido y yo nos miramos sorprendidos.
Pasó.

En la segunda vacuna, saliendo de la clínica, estornudé. Marido y yo nos sonreímos.

En la tercer vacuna, nada. Ni una comezón de nariz. Nada. Cero. 

En visita con nuestro doctor, mi marido volvió a avisar que iba a decir otra idiotez. Y le comentó mi reacción con las vacunas. El médico miró sonriendo. Nos preguntó si le habíamos hecho el comentario al biólogo que prepara y da las vacunas. Le contestamos que no. Nos dijo que le dijéramos. 


Todavía no sabemos si es parte de nuestra infértil imaginación. Si volveré a estornudar porque tengo un problema inmunológico, o porque me muero de los nervios cuando estoy en betaespera.
Producto o no de nuestra imaginación,  para quienes saben, analizando sus reacciones, algo debe de significar. Tal vez sólo signifique que estamos completamente locos. Y nos mirarán con patética lástima.
Ojalá en unos meses les podamos dar un sentido.
Lamentablemente todavía no puedo confirmar nada de lo que pasa ni qué significa.
Pero sólo quería contar nuestra experiencia.
Cuando todo ya se probó, y nada resultó, no está de más idear locas teorías. 

lunes, 10 de agosto de 2015

Proyecto ovulacion

La cosa fue así. 
Sacamos un turno de urgencia con nuestro doc porque a marido le había salido positivo Ureaplasma en el cultivo de semen (siempre le sale positivo por sus recurrentes infecciones urinarias producto de tanta operación en la zona). 
Yo creí que no íbamos ni a verlo, seguramente alguna de las secretarias, en medio del caos propio de la clínica y siendo que teníamos un sobreturno de un sobreturno, iba a pedirme el estudio, llevárselo a él, y volver con una receta de antibiótico. 
Pero nos llamó. Y, además, se nos quedó hablando.
Nos dijo que iba a darnos antibióticos más por las dudas que por otra cosa. Que el Ureaplasma ya se puede considerar parte de la flora común de la zona y que, si no se curaba esta vez, no nos preocupáramos.
Cuando terminó la receta, se nos quedó mirando. Nos preguntó cómo estábamos, en qué andábamos y bla bla bla.
Nuestro doc es un tipo muy particular (ya les contaré en una entrada sobre él). Hay cola de gente esperándolo. Lo que lo convierte en una persona muyyyy ocupada y aceleradísima, corta de palabras, más bien distante, pero muy sabio y confiable. En dos años ya aprendimos a entender más lo que no dice de lo que dice. Y nos extrañó que no nos fletara rápido para atender a alguien más de una sala de espera plagada de pobres infértiles. 
Y yo, que no quería perder la oportunidad de aprovechar su "buen día", le empecé a preguntar. Hablamos de varias cosas, me saqué unas cuantas dudas. Y en esas, le comenté que a mi me gustaría raelizar transferencia en ciclo natural. Todavía me faltan mínimo tres o cuatro meses para la transferencia (entre papeles que mandemos al abogado para la prepaga, vacuna y resultado de crossmatch, y estimulación en la que siempre hay que aplazar la transfer por hiper). 
Y, para hacer transfer en ciclo natural, yo tenía que ovular para que mi endometrio se ponga gordito y, sobre todo, atractivo. Pero yo no sé si ovulo. Hace tiempo me tomo la temperatura, pero recién hace unos meses, cuando comencé a regular mis hormonas con metformina, le agregué vitaminas B y vitamina D, bayaspirina por mi trombofilia, y una dieta natural, basada en productos libre de químicos, comida orgánica y simple (nombro todo porque creo que TODO tuvo algo que ver). Decía, recién hace unos meses empecé a notar un patrón de temperatura de verdad. 
La realidad es que jamás me controlaron la ovulación porque yo directamente iba a ir a ICSI por factor masculino. 
Así que me mandó realizarme test de ovulación (en Argentina sólo existe el Evaplan) desde el día 11 del ciclo y, cuando el test me saliera positivo (si es que eso ocurría) realizar al día siguiente una ecografía. Si esto jamás pasaba, y nunca me salía positivo, realizarme un análisis de progesterona a día 21 del ciclo para ver si, a pesar de no haber ovulado, generaba lo necesario para un endómetrio confortable. 
Y yo salí feliz con un montón de órdenes! Sobre todo, con la posibilidad de evitar el estradiol que tan mal me cae y tanto me hincha!
Así que, cual inocente mujer que comienza recién con su intento de ser madre, hice pis en un palito durante dos días. Al tercero, hoy, ahí estaba la segunda raya bien roja y marcada. 

Medio dormidos festejamos con marido como si fuera un test de embarazo el que me hubiera dado positivo. Sí, así de triste es la vida del infertil. 
Y acá estamos, ansiosos esperando mañana confirmar la teoría con una ecografía que tendré que hacerme de urgencia en mi prepaga luego de pedir orden de urgente en mi clínica. 
Y, seguramente, haremos el amor con todo el entusiasmo del mundo, como si así pudiéramos conseguirlo!
Sabemos que no es posible. 
Pero, por un día, será linda la sensación de creerse fértiles como el resto del mundo.



miércoles, 5 de agosto de 2015

Muy infértil!


Cuando comenzamos a caminar este camino, todas nosotras nos dimos cuenta que el mundo se divide en dos: las fértiles y las infértiles. Y, como no era de extrañar, nosotras estábamos del lado equivocado.
Y así nos la pasamos comentando sobre las diferencias que nos separan, las reuniones de las fértiles, los comentarios de las fértiles. Y, sobre todo, sus "tontas" preocupaciones.

Pero, después de mucho recorrer este camino (y seguirlo haciendo!), descubrí que existe una categoría más. Sin menospreciar a nadie. Sin ser mejores ni peores por estar o no en esta nueva categoría.
Porque comprendí que existen las infértiles, y también existe las muyyyyyyyy infértiles. Pero vamos a llamarlas simplemente muy, sin muchas y para no generar susceptibilidades.
Y lo descubrí hace poco tiempo, cuando unos cuantos signos llamaron mi atención y me hicieron dar cuenta en dónde estaba parada.
Para confirmar lo que ya sospechaba después de mi colección de negativos, preparé un listado de lo que para mi son esos signos malditos.

  • Cuando en la clínica de fertilidad, un gigante de 4 pisos atiborrado de gente, todos te saludan: sos muy infértil. Desde la recepcionista del primer piso hasta el muchacho que está agregando papel secamanos en el baño del consultorio número 4 del tercer piso. Y no te saludan por simpáticos, porque no saludan a nadie. Te saludan cariñosa y compasivamente, te preguntan cómo estás y hasta te toman de la mano.
 
  • Cuando el especialista en fertilidad que te atiende, un tipo serio e importante que todo lo sabe, te pregunta qué es lo que vos preferís, sos muy infértil.  Y más todavía, cuando esa roca implacable, muy profesional y distante, te saluda con un abrazo fuerte cada vez que te ve desde el último negativo. O se preocupa por saber si nos pudimos ir unos días de vacaciones y qué tal estubo el clima. 

  • Cuando el foro en el que participabas ya no tiene actividad porque el resto de las foreras ahora escriben en "mamis de agosto" o "pediatras para recomendar en zona norte" sos muy infértil. 

  • Cuando a tu marido le dan un antibiótico por infección seminal y mirándote a vos el médico te dice: "y… por protocolo tendrías que tomar antibiótico vos también pero…" y sabés que quiere terminar la frase diciendo "imposible que te contagie" y lo cortás en seco para que no sea el médico el que te revuelva el dedo en la llaga. Eso mismo, que tu marido no pueda siquiera contagiarte una enfermedad es ser muy infértil. 

  • Cuando la mejora entre un tratamiento y otro implica algo nuevo y experimental, que ni siquiera tu médico te puede "vender" porque, básicamente, todo lo lógico, probado y comprobado, ya lo hiciste, sos muy infértil. O, peor aún, seguís haciendo lo mismo porque lo tuyo entra dentro de las estadísticas de "la mala suerte", soy muy infértil.

  • Cuando alguna infértil muestra su "arsenal" de medicación para estimulación o transferencia, y vos mirás la foto y mentalmente le sumás de 6 a 8 drogas más, y extrañás la época en la que te quejabas de lo molesto que era el óvulo de progesterona, sos, definitivamente, muy infértil. 

  • Cuando los meses que separan un tratamiento de otro para vos no significan nada, porque no existe la posibilidad de embarazo natural, ni aunque sea por obra y gracia de ese milagro que a algunas les pasa. Y los que te rodean te dicen que no aflojes que a ver si en cualquier momento les damos la sorpresa. Y vos sabés que la sorpresa solamente sería posible si le pusieras unos cuernos gigantezcos a tu marido. Porque una cosa es creer en una ayuda divina y otra muy distinta en que venga el espíritu santo y se pose sobre tu barriga! Y te siguen diciendo que cuando uno más se relaja es cuando pasan esas cosas, pero tu marido es azoospermico, no tenés pareja, o tiene eyaculación retrógrada como el caso de quién escribe. Ahí sí, cuando ya no podés ni siquiera creer en un milagro, sos muy infértil.

No tienen idea la suerte que tienen las que son "solamente" infértiles! Porque pueden convertirse en alguna de esas leyendas de internet de embarazos naturales, que solemos encontrar navegando por las noches solitarias de Dr. Google.
Ojalá vos seas la próxima leyenda que le contaré al resto de mis amigas infértiles para que nunca pierdan las esperanzas.
Pero si sos de las otras, de las muyyyyy infértiles, estás realmente jodida.
Bienvenida al club. 

Y a reírnos un poco que siempre, te lo juro, siempre siempre siempre… 
...se puede estar peor! 


Y a vos, qué te hace sentir muy infértil?