Ya lo había contado
en la entrada anterior, el 23 de diciembre tuve algunas manchitas marrones,
como hilitos.
Y me puso contenta,
debo de confesar. Es mi cuarta betaespera y la primera en donde "pasa
algo". Teniendo en cuenta que faltaban todavía 6 días para la beta, que la
transferencia había sido hacía 8 días, y que mis pequeñitos estarían en el día 11,
todo sonaba "maravillosamente distinto". No había manchado el día
anterior a la beta!
Además, indicio de
regla sería difícil. Estoy medicada con estradiol y progesterona, lo que hace
prácticamente imposible que todo se destartale, y en tan poco tiempo.
Y, por si esto fuera
poco, mis menstruaciones después de los negativos casi no existen (apenas una
tarde de regla) porque mis celulitas se comen mi endometrio. Por eso estuve
todo el año haciendo tratamiento inmunológico. Para enseñarles a no comerse el revestimiento
de mi útero (y sobre todo lo que debería de anidar en él).
Pero el 24 al
mediodía, cuando mi marido fue a despedir dos pisos más abajo a mis suegros, y
yo fui al baño inocentemente, ahí estaba. Una mancha roja como la Navidad, en
mi protector. Tomé un poco de papel y me limpié. Rojo. (en realidad, debo de
decir que era rosado, pero caía como líquido, lo que lo hacía verse más
dramático). Otro papel, otra vez todo manchado. Y grité. No sé qué bien, pero
retumbó a puteada en mi cabeza.
La distancia que
separa el toilette del sillón es de 3 pasos, los 3 pasos más largos de mi vida.
De pronto todo se me dio vuelta y me sentí desvanecer. Me acosté en el sillón y
me abracé a la panza. Y mi marido no subía. Habrán sido unos minutos eternos.
Por fin apareció y
le sentencié desde la puerta "me indispuse". Pobre mi ángel, esa cara
de mirarme con locura no la voy a olvidar nunca.
Llamó a nuestro
doctor (porque claramente a mi se me daba vuelta el mundo y no me sentía capaz
de coordinar una respuesta). Y lo mandó a comprar ronfase (valerato de
estradiol pero sin el recubrimiento gastrointestinal de la progynova que es lo
que estoy tomando) para que me coloque esas mini pastillitas pero vía vaginal,
dos veces por día. Le preguntamos si suspendía la heparina, o por lo menos la
aspirina y nos dijo que NO. Que cualquier cosa lo llamáramos de nuevo y que, de
ser posible (considerando cómo soy yo y en qué día estábamos) hiciera la mayor
vida tranquila que pudiera.
En cuanto mi marido
se fue a intentar encontrar el remedio a alguna farmacia de turno, y caminando,
me quedé acostada intentando respirar profundo, y poner en práctica todo un año
de yoga y meditación que, debo de decir, jamás pensé que me funcionaría. Y funcionó.
Me dejó con una toallita para cambiarme, quería colocarme una nueva y poder
controlar lo que caía sin que se mezcle con lo viejo. Pero esperé. Hice algunos
ejercicios de respiración para relajarme, y que el mundo dejara de girar. Para
poder centrarme y pensar. Para darme cuenta, por primera vez en mi vida, que
ponerme nerviosa no iba a resolver nada. No podía correr a una guardia (ya
nuestro médico nos lo había "prohibido"). No podía hacerme un test
(era muy pronto). No podía hacer nada más que serenarme y respirar. Y pensar.
Miré la hora. Habían
pasado tres horas desde la inyección de heparina. Todavía me quedaba una hora
más de manchar rojo, porque ya sé que el pico máximo lo hace entre las 3 y las
4 horas de inyectada. Habría sido la heparina? Qué diluyó la sangre? Que convirtió
una gota en semejante mancha? Igual que me pasó cuando tuve que inyectarme, mi
período ya se había ido, y me pasé 4 días más manchando rojo acuoso? Es cierto
que la heparina no convierte la nada en sangre. Pero sí, licúa cualquier tipo
de flujo, y lo enrojece porque lo hace salir más directo y más rápido.
Habría sido
implantación? Estaría teniendo algún problema? Un hematoma de los clásicos que
tiene las personas con trombofilia como yo, de las que se pueden embarazar,
digo…
Qué estaba pasando
ahora? Mínimamente, decir que, por lo menos, nada se estaba comiendo nada. Eso
seguro. Y eso ya era un paso enorme! Por qué? Porque aunque no pueda saber si
estoy embarazada, puedo sentir que esta vez, de pronto y después de tanta lucha,
me convertí en una persona "embarazable". Sí, es cierto, con qué poco
nos conformamos las infértiles! Pero para mí era un paso enorme. La sangre roja
(o rosa) podía ser una noticia terrible, pero para una acumuladora de
negativos, era un paso gigante. Algo había pasado en mi útero. Algo "no
había pasado de largo".
Me quemaba la cabeza
que me aumentara el estradiol y no la progesterona. Si Doctor Google te muestra
clarito que cuando manchas en betaespera te aumentan la progesterona!!! Y
también me quemaba la cabeza que no me haya suspendido, por lo menos, la bayaspirina.
Soy una bomba anticoagulada, estoy manchando, y me deja anticoagulada?
Pero lo que más nos quemaba
la cabeza, era la conversación que tuvo mi marido con él por teléfono cuando lo
llamó para avisarle nuestro último negativo. Lo único que nuestro doctor le
preguntó, así como extrañado y preocupado fue "y no manchó nada!?!?!?".
Nunca entendimos la pregunta. Qué? Lo lógico era que manchara? O estaba
intentando averiguar si había tenido falla de implantación o un microaborto?
A la hora exacta, ya
con la pastillita vía vaginal (o eso creo, porque es tan pequeñita que, en
cuanto la comencé a empujar, la perdí!) dejé de manchar.
Estuve todo el día
con el sillón cama del medio del living armado, tirada tranquila, mirando la
tele, pensando que todo lo que había que preparar para Nochebuena lo hicieran
los demás (por primera vez en la historia familiar). Limpiándome, cada tanto,
otra vez algunos hilitos marrones.
Llegamos a la casa
de mi mami bien tarde. Le dije que había tenido unas manchas, que no se asuste
porque podía ser bueno o malo, así que sólo esperar y estar tranquila. Y, por
primera vez en mi vida, me senté. Me mimaron. Me cuidaron. Y viví, por una noche,
la magia de "estar embarazada"! Ok, de una embarazada con embarazo de
riesgo, amenaza de aborto, pérdidas, a punto de tener malas noticias, pero
embarazada al fin.
Nosotros somos
cuatro hermanos y, entre los otros tres, tengo 9 sobrinos (desde los 22 años a
los 10 meses). Pero yo siempre fui la que, junto con mi marido, ayudábamos a mi
mamá a preparar y servir todo. Este 24 tenía un
montón de personas que, algunas sabiendo y otras no, me cuidaban, me
servían cerveza sin alcohol, sidra sin alcohol y turrones a disposición.
Las manchas fueron
cesando. Y ya para el brindis ni rastros había. Pero en mí algo había cambiado.
Aprendí a respirar. A tomarme las cosas distinto. A no darme por vencida. A
apoyarme en los demás y dejar de ser la única capaz de hacerlo todo.
Fue una Navidad
distinta. Además del miedo que tuvimos. No di la vuelta manzana con los
sobrinos esperando la llegada de Papá Noel. No busqué los regalos escondidos en
el jardín. Sólo me senté en un silloncito a ver de afuera como todos los demás
compartían esa noche entre risas. De la mano de mi amorcito. Brillándonos los
ojos. Esperando que el único regalo que pedimos este año, esté creciendo dentro
mío. Creyendo en los milagros.
Ay tesoro mío!!!
ResponderEliminarLo primero de todo decirte que ya sabes que todas deseamos que ese manchado sea todo por cosa buena y que todo siga genial. ánimo que la beta ya está cerca.
Y lo segundo que te admiro, admiro ese crecimiento personal y emocional que llegas a demostrar. Te lo has tomado de la única y mejor manera posible porque ¿qué más puedes hacer? exactamente eso, tranquilizarte por tu bien, por su bien y respirar.
No te vino nada mal dejarte mimar por una vez, está genial.
Ánimo compañera!!!!!
Un gran abrazo
Aidni
ay neni , que tengo unos nervios y unas ganas de saber,que bien que puedas entregar ,xq ya hiciste todo lo posible y estar alterada preocupada o triste no te servira de nada,embarazada complicada, pero embarazada jijiasi que muy bien por dejar que hagan y ser mimada,un beso
ResponderEliminarBien, bien x ese aprendizaje, bien por no dejarte vencer por el miedo, bien xq las manchas se fueron y este sueño sigue, un día más... Un día más... Arriba el sol ;) Te abrazo fuerte
ResponderEliminarQue día más especial! Ojalá sea así, y algo diferente este pasando en tu interior! Y que bonito como te ha tratado tu familia! Con lágrimas en los ojos me has dejado! Venga campeona, ya queda un día menos! Suerte!
ResponderEliminarQue día más especial! Ojalá sea así, y algo diferente este pasando en tu interior! Y que bonito como te ha tratado tu familia! Con lágrimas en los ojos me has dejado! Venga campeona, ya queda un día menos! Suerte!
ResponderEliminarMucha, mucha, mucha suerte con la espera. Reposo y más reposo hasta que te revise de nuevo el doctor. Espero de corazón que ese regalo que tanto habéis buscado, se quede con vosotros.
ResponderEliminarUn abrazo