jueves, 19 de noviembre de 2015

Enseñanzas


De la infertilidad aprendí:

  • Que todo lo  que parece salir bien, puede salir mal. Y que todo lo que parece salir mal, también puede salir mal. Que no importa cuánto lo estudies, lo medites, ni cómo te den las estadísticas. Va a salir como tenga que salir. 
 
  • Que todo, TODO, es relativo. 
 
  • Que es increíble lo enferma que se puede estar, estando completamente sana. 
 
  • Que jamás volveré a ser la misma. 
 
  • Que mi yo de verdad es el de ahora. Que no soy la clase de persona feliz que siempre se ríe. Que me río de vez en cuando, a pesar del dolor. Y eso vale mucho más. 
 
  • Que, a pesar de todo, me gusta la persona en la que me convertí. 
 
  • Que soy más fuerte de lo que aparento, de lo que los demás creían, de lo que yo misma hubiera imaginado.
 
  • Que para la mayoría de la gente vas a dejar de importar en cuánto dejes de ser la divertida personita que sólo tienen buenas noticias para compartir. Que nadie está preparado para lidiar con los dolores ajenos. Que es más fácil ignorar que empatizar. 
 
  • Y que también hay mucha gente, que no conozco, dispuesta a ayudar. Que el dolor une infinitamente. 
 
  • Que hay  muchas personas en el mundo que todos los días trabajan un poco más para que yo pueda estar más cerca de mi sueño. Que tengo que agradecer todos los días por ello.  
 
  • Que el amor es tantas otras cosas que no imaginaba. Atarme los cordones cuando no podía agacharme. Poner crema en mis hematomas. Sostener mi mano empujando el émbolo para que no me fuera tan difícil. Que, increíblemente, te amo más en el dolor que en la felicidad.
 
  • Que el amor también es un conteo, una inyección, un resultado, un tubo, un número de células, un llamado, un resultado. 
 
  • Que todo aquello que alguna vez pareció importante, significativo, dramático, especial, no lo era. Nada lo es.
 
  • Que no puede existir dolor mayor. 
 
  • Y que no me puedo rendir. 



 
 

3 comentarios:

  1. claro que si, cuanta verdad!!!!! , la vida sigue siendo la misma, o nos rendimos o nos hacemos mas fuertes, y vos una valiente, un beso

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  2. Emoción por cada poro de mi piel, así me has dejado con esta entrada tan linda y tan llena de dolor a la vez.
    Estoy totalmente de acuerdo contigo, podría ser yo la que lo escribió exactamente igual, gracias por compartirlo compañera.

    A pesar de todo, me gusta la persona en la que me convertí...me ha tocado el alma, me siento cien por cien identificada, está siendo un aprendizaje vital brutal.

    Y no, no nos podemos rendir, no nos vamos a rendir y seguiremos creyendo amiga.

    Un abrazo enorme ;)

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